La ironía más elaborada es aquella que es indistinguible. Durante los primeros capítulos los lectores tendrán contínuas dudas de si hablo en serio o estoy bromeando. Forma parte del conocernos y sé que alguna gente desistirá antes de la página 50 por ese motivo. Bueh, que le haremos... Aparte de entretener tengo la humilde pretensión de hacer trabajar las neuronas de quien tenga el relato entre las manos. El tiempo dirá si fue acertado o no, me arriesgaré.
Después del "leer más" pegué dos párrafos más escogidos casi al azar.