Fragmentos del documental (24)

Quedan 60 páginas por repasar. Son 15 días buenos. Falta menos.

Dejo otro fragmento después del "leer más":


Nada más capear la bronca que le soltó Elisa al llegar, fue llamando a los colegas para invitarnos a cenar al día siguiente; había que celebrar su renacimiento, resurección, o lo que fuera. Dado su historial y su estado, no me pareció que un festejo fuese el contexto más adecuado en el que internarse al segundo día de salir del hospital, pero no habría podido disuadirle ni el segundo frente bielorruso y le confirmé mi asistencia.

No tomó vino durante la cena y en un speech antes de los postres manifestó que había entendido el mensaje, que se cuidaría, haría ejercicio, se encargaría de la niña y bla, bla, bla. La clásica lista de propósitos de año nuevo, con similar credibilidad, ninguna. En un viaje al baño, por una vez sólo a cambiarle el agua a las aceitunas, Toni me retó:

—Te juego cinco mil pelas a que la palma antes un mes.

—Me parece un poco fuerte apostar con eso… Pero te las cojo dos a uno.

Toni aceptó, convencido de que las odds eran magníficas y que sería el lila más fácil de ganar de toda su vida. No sé si es escabroso cruzar apuestas sobre cuanto tiempo va a vivir un amigo. Si la respuesta es no, no sé si el baño es un sitio adecuado para proponerlas, ahora no lo veo muy claro. El caso es que nuestro sentido del humor no tenía filtros y si te puedes reír de cualquier cosa, puedes apostar sobre ella. Además, mis voces llevaban toda la semana cruzando pronósticos sobre el asunto y las odds que me ofrecían mejoraban las que Toni había aceptado. Nuestra fe en Jairo era nula. 

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