Una adolescencia marcada por Gila, los Monthy Pyton y Faemnio Cansado, tenía que dejar impronta en un humor especial, difícil de digerir a veces y en una narración surrealista, muchas más. En la historia hay muchísimas referencias musicales, más de 500, algunas muy explícitas y otras muy subliminales y cualquier momento es aceptado para hacer un paréntesis en la narración. La mención de una ametralladora desencadena ese interludio en mitad de un campeonato de billar.
Un poco de cultura de lo absurdo, que el saber no ocupa lugar, ¿Sabía que el nombre de la mítica banda inglesa viene del modo burlón en como llamaban los soldados alemanes a los saltos que los soldados rusos daban para esquivar las 3.000 balas por minuto que soltaba la MG―42? ¿No? Pues ya lo saben. El mánager del grupo vio escrito Spandau Ballet en un baño y le recordó lo que había leído en una novela de Sven Hassel, no sabemos seguro si Los Panzers de la Muerte o La Legión de los condenados. Propuso el nombre al grupo y a estos les gustó la sonoridad y lo aceptaron sin tener ni puta idea del origen. Ahora podemos volver a lo que ocurrió en las mesas de billar instaladas en el salón Rinconín del Hotel Begoña Park.
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