Ya dejé atrás la página 300. Hay buenas noticias y es que parece que no va a estar listo para Navidad, así os libráis de la chapa de comprarlo y, sí, de leerlo. Después de "leer más" hay otro pedacito random.
Antes de que se desenfrenase del todo la miré a los ojos sujetándola por los hombros. Detrás de sus ojos vi el mismo éxtasis que había experimentado yo la noche anterior y sentí muy hondo dentro de mí su felicidad y esa felicidad suya empezó a brotar por los poros de su piel, como la niebla que al amanecer emana de los bosques húmedos, aunque ésta era de colores anaranjados y olía como debe oler el Paraíso, porque el Paraíso debe oler a algo y ese aroma tiene que ser muy parecido al que brotaba de su cuerpo esa noche y sucedió que la gacela se convirtió en fiera y el león se tuvo que encoger, acurrucándose sobre sus ansias, ante el furor que se había desatado en el interior de su ama y señora.
Antes de esa noche bromeábamos con organizar un Love Tour por todo el planeta. Desde la mañana siguiente dejamos de hacerlo, asumiendo resignados que lo que habíamos considerado un espectáculo sólo era una inocente representación navideña de primaria. Una función en la que yo era un árbol y ella una flor, una amapola que por lo menos tenía una frase, porque yo sólo agitaba los brazos cuando se suponía que soplaba el viento.
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