Uno de los objetivos que no estoy consiguiendo en esta última versión es la de reducir la extensión. He eliminado texto por un total de 70 páginas (voy pegando lo que recorto en un archivo), pero termino liándome por otro lado. Me resulta casi imposible releer un folio al azar y no efectuar alguna modificación. Es espantoso, aunque ya he decidido que no volveré a repasarlo más que para corregir la maquetación. Si se dan las circunstancias ya haremos una reedición "extended".
Ya están consolidadas 400 páginas y quedan unas 100 más, si no me pierdo en ninguna jungla o manglar, lo que no es descartable. Dejo otro pedacito random del relato después del "leer más".
De camino a la habitación le ofrecí el brazo y se colgó de él con toda la naturalidad del mundo, apoyando su mano libre en mi antebrazo justo al pasar por delante de la capilla. Lo tomé como una señal del tamaño de las que cuelgan en las autopistas. Frente a la puerta de su habitación le deseé un feliz descanso, le di un imperceptible beso en la mejilla y continué hasta la mía. Oí que me devolvía el “que descanses” y levanté el pulgar sin volverme. Me acosté sintiendo que habíamos subido un peldaño en nuestra relación.
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