Sigo con un ritmo por debajo de lo deseado. Confío en que el relato necesite menos trabajo de corrección conforme nos acerquemos al final, porque la proyección del ritmo actual nos da el 20 de diciembre como fecha de mandarlo a imprimir (lo vamos maquetando conforme vamos cerrando capítulos) y así no lo tendríamos en las manos por Navidad, que es lo deseado.
En el fragmento de hoy se muestra uno de los recursos que más costó definir como solucionar. El narrador y coprotagonista del relato suele pensar frases que no pronuncia, algo que hacemos todos habitualmente por prudencia, pero en su mente también habita un ente pensante que él no reconoce como propio y que interviene ocasionalmente para dar su opinión, que suele llevar una carga de ironía muy alta, pisando el terreno del sarcasmo muchas veces.
La idea fantástica para distinguir sus intervenciones habría sido utilizar otro color, como en "La historia interminable" de Michael Ende, pero disparaba los costes de impresión. Los pensamientos del narrador irán en cursiva, un recurso habitual y resolvimos utilizar otra tipografía para esa voz, la puritan (la que usamos en este blog). El relato se imprimirá en Trebuchet MS, en 10,5 puntos y la puritan a ese tamaño aún conserva personalidad y nos gustó. El fragmento de hoy, en cuanto a tipografías, va al revés que en el relato final.
En los párrafos que siguen también hay escondida parte de la letra de una canción. Hay centenares de referencias musicales a lo largo del relato. Algunas serán muy evidentes, con el título y el autor, pero muchas otras quedarán camufladas en la narración. Encontrarlas puede ser un aliciente adicional, aunque para nada imprescindible. La historia se puede seguir sin necesidad de detectarlas porque no le resta ningún aspecto contextual.
***
Considerando su estado, cualquier bebida que costara más de 300 pesetas la cántara(4) suponía un desperdicio equivalente a darle de comer percebes a los cerdos o al ochenta por ciento de los madrileños, pero le seguí la corriente lo mejor que pude, tratando de no agitar su vertiente psicopática. De sus cruces de cables había oído historias nada tranquilizadoras, sin contar la que le llevó al trullo. El instinto de supervivencia se me adelantó antes de que se me ocurriera estropear la noche con una pataleta inoportunamente estúpida del ego. Lucas, inquieto junto a la entrada, estaba siendo testigo silencioso de la segunda humillación en pocas horas. Su presencia no me resultó tan tranquilizadora como la noche anterior.
―¿Qué marca va a querer, el señor Heredia?
―Esa de Balantains de 21 de ahí arriba tiene mi nombre, ¿no te parece que lo tiene, encargado?―. Si a su mirada oscilante, al pelo largo y grasiento y a sus pantalones ajustados le hubiéramos añadido una capa larga de color negro, no me habría sorprendido un ápice que me hubiese llamado Mary Kelly y ahí sí que me habría cagado de verdad
Con lo de "encargado" no me infundió el miedo que él esperaba ver en mis ojos y miré a la botella con displicencia. Me sorprendí al ver la palabra “Heredia” manuscrita en rojo por un descendiente directo del mismísimo George Ballantine que fundara la marca en Edimburgo, en 1872. La legitimidad está fuera de toda duda, pimpollo, sírvele. Adopté una actitud dócil, sin entender por que se habían tomado la molestia de utilizar la laboriosa Sinner script para transcribir el nombre del convicto, si con la Vividy se habría sentido más identificado. ¿Quieres bajar la puta botella antes de que se de cuenta de que te has olvidado el cuchillo jamonero junto a la tabla? A lo sumo la Dwerneck, seguro que él no sabe escribir su nombre completo sin faltas de ortografía. Y el tono escarlata es demasiado peliculero; le habría quedado mejor un merlot, más de sangre seca. Espabila, gilipollas, que van a terminar apuñalándonos. Dilatar lo inevitable no tenía otro sentido que jugar con su paciencia y eso era una actividad con una euve(5) que rozaba el funeral.
―Si usted así lo desea, serviremos de su botella―. La factura del Cash nos habría recordado que costó mil veces el límite que habíamos establecido como aceptable un par de párrafos atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario