Alguien me dijo que escribir una novela es como un embarazo. Discrepo; en una gestación conoces, quincena arriba o abajo, la fecha del parto, algo que aquí no ha sucedido en ningún momento. Se acerca el momento del alumbramiento, es cierto, pero no sabría, aún, hacer una predicción.
He terminado la cuarta pasada sobre el texto y el manuscrito ya está en manos de la correctora de la editorial. Son cincuenta y dos capítulos y 576 páginas y me irá enviando sus notas cada dos o tres días para que haga las modificaciones que considere oportunas. Teóricamente cuenta con hacer un par de capítulos diarios, con lo que nos llevará, por lo menos, un mes más.
Cuando terminemos con esta etapa ya le podremos poner una fecha bastante aproximada al parto. Se imprimirá un ejemplar de prueba para que (nuevamente) lo revise y le de el OK a la tirada. Tres semanas más tarde tendré la primera edición en mis manos.
Paciencia, la espera valdrá la pena. 😗.
Este es el aspecto que tiene el último borrador. El grosor y el tamaño (17x24) sí es el definitivo.